Montar tu propio estudio o emprendimiento en el mundo de los videojuegos es un sueño alcanzable… si tenés claro por dónde empezar. Aunque la industria es competitiva, también está llena de oportunidades para proyectos creativos, aplicados y con impacto. ¡Y podés comenzarlo hoy!


1. Equipo multidisciplinario

Podés hacerlo solo/a pero sería mucho trabajo. Hay muchos emprendimientos unipersonales como es el caso del ultrafamoso Tetris o el más reciente Stardew Valley. Sin embargo, con un equipo de tranajo podrías avanzar más rápido (siempre y cuando todos estén realmente comprometidos con el proyecto en espíritu y tiempos).

Si armas un equipo, vas a necesitar al menos:

  • Game designer (para construir las mecánicas, dinámicas y reglas).
  • Programador/a (que sepa utilizar Unity, Unreal, Godot, etc.).
  • Artista visual (un mago del 2D/3D).
  • Sonidista o compositor/a musical.
  • Game producer (alguien que gestione o coordine el proyecto).

En los comienzos, podés asumir varios roles o trabajar con freelancers. También podés utilizar free assets o elementos gratuitos de internet (revisa los derechos de autor) o assets pagos (música, efectos, fondos, etc).

2. Conocimiento de la industria

Entender qué tipos de juegos se están haciendo, cómo se monetizan, qué plataformas existen (PC, mobile, web) y quién es tu audiencia. También es clave conocer herramientas como Unity, Construct, Godot, Figma, Blender, entre otras. Podés encontrar mucha información sobre la industria en sitios de consultoras como Newzoo que publica cientos de informes, en las videos de la GDC (Game Developers Conference) en Youtube, o en Gamalytic (base de datos de más de 50.000 juegos en Steam), Las IA pueden ayudarte a recolectar información pero siempre verifica que la fuente sea confiable.

3. Plan de negocio mínimo

Aunque sea pequeño, necesitás un plan: ¿vas a vender el juego, buscar inversión, monetizar con ads o suscripciones? ¿En qué mercados te querés mover? Tener esto claro es lo que diferencia un hobby de un emprendimiento real.

4. Prototipo funcional

Nada habla mejor de tu idea que un prototipo jugable. Puede ser simple, pero tiene que mostrar claramente la experiencia. Incluso aunque no tenga diseño, pero sí es importante testear y mostrar la jugabilidad. A partir de ahí podés buscar feedback, apoyo o financiamiento. Aunque no lo creas el prototipo puede ayudarte en todo esto, y hay muchas personas y organizaciones dispuestos a aportar dinero si tu idea es clara y tu plan convincente.

5. Estrategia de visibilidad

Creá un sitio web, redes sociales, participá en ferias y comunidades. Mostrar tu progreso y conectar con otros/as desarrolladores/as es clave para crecer. Mostrate


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